El conocido como Potro
de Vallecas sigue en caída libre desde los éxitos que consiguió durante finales
de los 80 y principios de los 90, y no logra conseguir esa oportunidad que le
permita resarcirse y dejar atrás su paso por las drogas
El pugilista retirado Policarpo Díaz sufrió el pasado 13 de
noviembre por la mañana un asalto en la puerta de su domicilio en el madrileño
barrio de Vallecas, donde sufrió una puñalada en el torso, con una consecuente
fractura en las costillas, y una más leve en el muslo.
La mujer de Poli, Eva, informó del suceso a través de la
cuenta de Facebook del exboxeador. Mientras que el más conocido como ‘Potro de Vallecas’
se encontraba hospitalizado en el hospital Infanta Leonor, la Policía Nacional
intentó averiguar las causas del asalto, las cuáles ni el propio agredido quiso
aclarar.
Con este episodio, se agrava aún más la situación personal
de Poli Díaz. Lejos quedaron ya los días dorados en el que el ‘Potro de
Vallecas’ paseaba con orgullo el nombre de su barrio por todo el mundo,
consiguiendo lograr lo que muy pocos elegidos han tenido en su mano a lo largo
de la historia. En su época en activo, el madrileño consiguió, nada más y nada
menos, que siete campeonatos nacionales de boxeo en la categoría de peso medio,
además de ocho campeonatos europeos del mismo peso.
Sin embargo, los éxitos de Poli Díaz no quedan en esos
cinturones. Quizás lo más remarcable de la carrera del exboxeador fue aquella
batalla que le enfrentó al norteamericano Pernell Whitaker en el cuadrilátero
de The Scope en Norfolk, Virginia el 27 de julio de 1991. En aquel combate
estaba en juego el título mundial de los pesos ligeros en las divisiones
unificadas de WBC, WBA e IBF; en el que el púgil español partía como clara
víctima del monstruo americano. Pero la realidad que se vivió en el estado de
Virginia fue muy diferente. El Potro tiró de casta y orgullo para no sólo
aguantar de pie hasta el último asalto, sino que puso contra las cuerdas a
Whitaker hasta el punto de hacer dudar a los jueces sobre quien debería salir
del cuadrilátero siendo campeón mundial unificado.
Su retirada del noble arte no fue buena para su vida. El vallecano
se hundió en la bancarrota y se refugió en las drogas cuando más necesitaba
salir de ellas. Hasta ahora, Poli estaba lejos de los medios, intentando
rehacer su vida convirtiéndose en entrenador de boxeo. Madera tiene, pero
sucesos que este le restan mucha calidad a su trabajo.
El Potro de Vallecas consiguió llenar los muros de muchas calles de Madrid con este tipo de carteles durante su época dorada.
Fuentes: www.marca.com; www.xiscoserra.com; www.quefuede.blogia.com; www.flickr.com/photos/manuelsagra/346939621/
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