viernes, 16 de noviembre de 2012

El exboxeador Poli Díaz sufrió una puñalada en la puerta de su casa


El conocido como Potro de Vallecas sigue en caída libre desde los éxitos que consiguió durante finales de los 80 y principios de los 90, y no logra conseguir esa oportunidad que le permita resarcirse y dejar atrás su paso por las drogas

El pugilista retirado Policarpo Díaz sufrió el pasado 13 de noviembre por la mañana un asalto en la puerta de su domicilio en el madrileño barrio de Vallecas, donde sufrió una puñalada en el torso, con una consecuente fractura en las costillas, y una más leve en el muslo.
La mujer de Poli, Eva, informó del suceso a través de la cuenta de Facebook del exboxeador. Mientras que el más conocido como ‘Potro de Vallecas’ se encontraba hospitalizado en el hospital Infanta Leonor, la Policía Nacional intentó averiguar las causas del asalto, las cuáles ni el propio agredido quiso aclarar.
Con este episodio, se agrava aún más la situación personal de Poli Díaz. Lejos quedaron ya los días dorados en el que el ‘Potro de Vallecas’ paseaba con orgullo el nombre de su barrio por todo el mundo, consiguiendo lograr lo que muy pocos elegidos han tenido en su mano a lo largo de la historia. En su época en activo, el madrileño consiguió, nada más y nada menos, que siete campeonatos nacionales de boxeo en la categoría de peso medio, además de ocho campeonatos europeos del mismo peso.
Sin embargo, los éxitos de Poli Díaz no quedan en esos cinturones. Quizás lo más remarcable de la carrera del exboxeador fue aquella batalla que le enfrentó al norteamericano Pernell Whitaker en el cuadrilátero de The Scope en Norfolk, Virginia el 27 de julio de 1991. En aquel combate estaba en juego el título mundial de los pesos ligeros en las divisiones unificadas de WBC, WBA e IBF; en el que el púgil español partía como clara víctima del monstruo americano. Pero la realidad que se vivió en el estado de Virginia fue muy diferente. El Potro tiró de casta y orgullo para no sólo aguantar de pie hasta el último asalto, sino que puso contra las cuerdas a Whitaker hasta el punto de hacer dudar a los jueces sobre quien debería salir del cuadrilátero siendo campeón mundial unificado.
Su retirada del noble arte no fue buena para su vida. El vallecano se hundió en la bancarrota y se refugió en las drogas cuando más necesitaba salir de ellas. Hasta ahora, Poli estaba lejos de los medios, intentando rehacer su vida convirtiéndose en entrenador de boxeo. Madera tiene, pero sucesos que este le restan mucha calidad a su trabajo.

El Potro de Vallecas consiguió llenar los muros de muchas calles de Madrid con este tipo de carteles durante su época dorada.

Fuentes: www.marca.com; www.xiscoserra.com; www.quefuede.blogia.com; www.flickr.com/photos/manuelsagra/346939621/ 


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