martes, 15 de enero de 2013

La diferencia la marca el Olimpismo


A simple vista el boxeo profesional de toda la vida sólo se diferencia del olímpico en que los peleadores visten protecciones, pero no es así; existen multitud de disparidades entre ambas modalidades del noble arte

El cubano Guillermo 'El Chacal' Rigondeaux tiene un laureado palmarés olímpico de amateur, antes de dar el paso hacia su carrera como profesional.

Para empezar, y como es sabido por la inmensa mayoría de los aficionados a este deporte, el torneo olímpico se lleva a cabo con una serie de eliminatorias, cuyos cruces determinarán la lucha por las medallas a partir de las semifinales y la posterior final. En cambio, en el boxeo profesional existe un campeón (poseedor de un cinturón acreditativo) que es retado por un aspirante, que consigue esta oportunidad a raíz de un ranking, una trayectoria y un aval económico que lo respalde a nivel publicitario.
A nivel de apariencia, los boxeadores olímpicos, que en realidad la mayoría son amateurs que piden a gritos una oportunidad, visten calzonas, coquilla y camiseta, además del casco y el protector bucal reglamentario. Lo que más llame la atención de la indumentaria olímpica quizás sean los guantes. Estos deben de pesar por norma 283.5 gramos y deben tener una franja blanca en el frontal para que los jueces puedan dictaminar el orden de puntos que consiga cada peleador a lo largo del combate.
En el apartado de las reglas no suelen variar mucho. En el caso del tiempo, los round del boxeo olímpico son más cortos, debidos a la saturación de combates que se disputan a lo largo de los Juegos. Así que los asaltos olímpicos duran 2 minutos, mientras que los del boxeo profesional duran 4.
En las puntuaciones cuentan los impactos en el casco y el abdomen con la franja blanca de sus guantes. En estos casos se suele prestar más atención al apartado de ganador por puntos, ya que la vía del nocaut es muy difícil que se produzca debido a las múltiples protecciones que llevan los pugilistas. El árbitro puede parar la pelea si un boxeador rebasa a su contrincante en un máximo número de puntos. Es decir, en los Juegos Olímpicos, si un boxeador se distancia en más de 29 puntos a lo largo de la pelea de su oponente, el árbitro le proclamará ganador de inmediato.
En el boxeo olímpico se divide a los boxeadores por colores para hacer más fácil la tarea de los jueces. Cosa que no ocurre en los combates profesionales donde los boxeadores pueden elegir que calzón ponerse. A la hora de que se adjudiquen puntos, tres de los cinco jueces tienen que coincidir a la hora de pulsar un botón cuando se realice el impacto con un intervalo inferior a un segundo.

lunes, 14 de enero de 2013

La sobreprotección de los grandes campeones


En el mundo del deporte en general, se suele cuidar, algunas veces de manera excesiva, la imagen y las carreras de las destacadas figuras: en el boxeo también es así, ya que se hace especial hincapié en el valor económico de cada pelea y su posterior pesaje en oro de ambos peleadores que se enfrenten

En el boxeo tienen intereses numerosas marcas comerciales que velan por sus propios intereses económicos y publicitarios. Es por ello por lo que la imagen de los boxeadores va ligada a estas empresas, que se ven en la obligación de crear una imagen superficial de los ídolos que reflejen lo que la marca desea comercializar.
Nos centraremos en un caso especial. Durante 2011 hasta septiembre de 2012, se vivió en el boxeo internacional una polémica que salpicó a dos boxeadores. Por un lado, estaba Julio César Chávez Jr., el por aquel entonces campeón del mundo unificado del peso medio, y poseedor del cinturón de la WBC. En el otro, se encontraba Sergio ‘Maravilla’ Martínez, peleador argentino, excampeón del peso mediano y aspirante y principal retador de Chávez para recuperar su trono perdido.

Julio César Chávez Jr. es uno de los principales atractivos del boxeo actual mexicano.

La polémica fue la siguiente. Julio César Chávez Jr es hijo de un mítico boxeador mexicano de la década de los 70 y 80. El padre de Chávez es un icono en el mundo pugilístico mexicano, por lo que el campeonato mundial conseguido por su hijo, hizo rememorar los éxitos del padre. La similitud entre las carreras de padre e hijo hizo soñar al pueblo mexicano con la repetición de una increíble dinastía con otro nuevo campeón mexicano. De hecho, Julio César Jr llevaba una carrera inmaculada, sin ninguna derrota, hasta la fecha.
Pero Sergio Maravilla Martínez no creyó en ningún momento en que Chávez fuese el verdadero campeón, y lo retó una y otra vez. Lo que ocurrió fue que la promotora de Chávez quiso aprovechar de inmediato el tirón publicitario y económico de la joven figura mexicana, y veía en Maravilla un difícil escollo para mantener el título.
Después de meses de retos y órdagos lanzados por el argentino, que llegó a decir que Chávez es “el primer mexicano que esquiva a sus rivales”, provocó que se celebrara un combate entre ambos en septiembre de 2012, donde Maravilla fue infinitamente superior y le arrebató el campeonato de los pesos medios a Chávez.
Después del combate, Chávez bajó mucho en el ranking, incluso filtrándose que había dado positivo en marihuana en un control rutinario del Consejo Mundial. De aquí en adelante, la promotora no apoya tanto al mexicano, que ve como su carrera que, con ayuda, consiguió alzar, se viene abajo porque ahora son a otros a los que apoyan.

Momentos finales de la victoria de 'Maravilla' Martínez sobre el excampeón del mundo Julio César Chávez.



jueves, 10 de enero de 2013

Del ring a la pantalla


Muchos son los directores y actores reconocidos que a lo largo de la historia se han subido al ring, y es que desde que Chaplin se puso los guantes hasta que Christian Bale recogió su Oscar hace dos años por “The Fighter”, mucho ha llovido en la relación de amor entre el cine y el boxeo.

La historia del boxeo en el cine es tan antigua casi como el propio cine. Y es que las primeras grabaciones de boxeo datan de finales del Siglo XIX, cuando eran boxeadores reales los que protagonizaban las filmaciones. Eran filmaciones clandestinas, pues el boxeo estaba mal visto en aquella época, protagonizadas por algunos de los púgiles más reconocidos del momento.
Poco después, los actores empiezan a atreverse a ponerse los guantes y subirse al ring, y es en el terreno cómico donde empiezan a proliferar las primeras obras de temática pugilística, con dos auténticos pesos pesados del cine mudo como estandartes, Charles Chaplin y Buster Keaton, que dirigieron respectivamente “Charlot, campeón de boxeo” (1915) y “El boxeador”, 1926, en la que se presentaban boxeadores enclenques y muy mímicos.
Con el paso del tiempo, el boxeo fue alejándose cinematográficamente del género cómico para explorar un cine más dramático y social. El propio Hitchcock no pudo resistirse en los albores de su carrera al género con su película “El ring” (1927). Pero fue la llegada del sonoro lo que realmente catapultó al género y lo llevó a compararse con auténticas obras maestras del séptimo arte. Así llega “El campeón” (1931) de King Vidor, que se convierte en la primera película de boxeo en ser galardonada con Oscars, a Mejor Historia y Actor. La película introduce con maestría uno de los temas que serán más tratados en el cine en torno al boxeo, como es la decadencia y mala vida del exboxeador, su desconexión con la sociedad y el abandono de sí mismo. “El boxeador y la dama” (1933) es la primera comedia romántica con el boxeo como eje central, también ganadora del Oscar a Mejor Historia.
Con la llegada de la mitad de la década, se producen auténticos clásicos del género, como “Gentleman Jim” (1942), el primer biopic de un boxeador real, la oscarizada “Cuerpo y Alma” (1947) de Robert Rossen y sobretodo “Marcado por el odio” (1956), de Robert Wise, una de las obras maestras del género que reconstruye la historia de Rocky Graziano de manos de un impresionante Paul Newman.

Cartel de la película 'Body and Soul' del año 1947, protagonizada por John Garfield y Lilli Palmer.

El boxeo experimente en las siguientes dos décadas altibajos, combinando grandes obras cono “Más dura será la caída” (1956), con obras más que nada anecdóticas como “Piso de lona”, protagonizada nada más y nada menos que por Elvis Presley.
Es en 1976 cuando el cine de boxeo vuelve a su apogeo gracias a la saga “Rocky”, de Sylvester Stallone, sin duda una de las mayores obras fílmicas sobre el noble deporte y una referencia absoluta para todo amante del boxeo y del cine. Stallone repasa a través de seis películas y treinta años la evolución completa de un boxeador tocando todos y cada uno de los palos, creando una obra conjunta que no deja nada por desentrañar y se convierte en una verdadera anatomía del boxeador y su vida.

'Toro Salvaje' es una de las películas más representativas del cine de boxeo.

Este éxtasis de finales de los noventa lo completa “Toro salvaje” (1980), una de las mejores obras de Martin Scorsese con un genial De Niro en el papel de Jake la Motta, con una trama oscura que presenta al boxeador con un complejo mundo interior de miedos y odio. “Toro salvaje” se convierte por derecho propio en el último gran clásico del boxeo, y es la última obra de envergadura antes de una laguna de mediocridad que duraría hasta finales de los noventa.
“Huracán carter” (1999), protagonizada por Denzel Washington y “The boxer” (1997), de Jim Sheridan, reavivan la llama a finales de los noventa. En los últimos diez años se ha producido un nuevo boom y auge en el género, con el aspecto dramático e interno del boxeador como máximo exponente, con obras de la talla de “Ali” (2001), “Million dollar baby” (2004), “Cinderellaman” (2005) o las más recientes “The Fighter” (2010) o “Warrior” (2011).

Will Smith protagonizó el biopic sobre el considerado mejor boxeador de todos los tiempos, Muhammad Ali.

Fuentes:


domingo, 6 de enero de 2013

La palabra maldita del boxeo: Parkinson


Tras los rumores que apuntan que el filipino Manny Pacquiao podría tener a sus 34 años pequeños síntomas de la terrible enfermedad, el mundo del boxeo se cierne tras la sombra que ya cubrió a otros grandes pugilistas

Las recientes declaraciones del doctor filipino Rustico Jiménez han preocupado a los aficionados del noble arte. El médico, presidente de la Asociación de Hospitales Privados del país asiático, afirmó que “notaba signos prematuros” de la enfermedad de Parkinson en las entrevistas posteriores al excampeón del mundo tras el combate en el que cayó noqueado frente al mexicano ‘Dinamita’ Márquez. "Si me piden mi opinión, quizá es tiempo que nuestro héroe nacional, Manny, se retire. Aunque todavía tiene reflejos muy rápidos, he notado recientemente, y es sólo mi punto de vista, que hay signos tempranos de Parkinson en su comportamiento”, expresó el doctor Jiménez en unas declaraciones a la radio local dzMM.
Tras estas declaraciones, han salido a la palestra los nombres de otros boxeadores de otras épocas que sufrieron o sufren en la actualidad la temida enfermedad tras su paso por los cuadriláteros. Los boxeadores están expuestos a todo este tipo de enfermedades neuronales, ya que los golpes en la cabeza, durante los 15 años que puede durar de media la carrera profesional de un peleador, pueden hacer que el cerebro se despegue de las conexiones que lo unen al resto del cuerpo, dando lugar a enfermedades como el Parkinson.

El boxeador Manny Pacquiao exhausto después de uno de los numerosos combates de su carrera.

El caso más sonado de Parkinson y boxeo es el del que algunos catalogan como el más grande de todos los tiempos, el norteamericano Muhammad Ali. Al múltiples veces campeón del mundo se le desarrolló Parkinson un par de años después de su retirada de los cuadriláteros en 1981. En este caso, muchas voces del mundo de la medicina mundial han achacado la aparición de la enfermedad neuronal, que hace temblar constantemente a base de ‘tics’ al afectado, a la enorme cantidad de combates que acumuló a lo largo de su carrera.
Pero esto es como todo. Hay opiniones de todo tipo. Para un boxeador, y más si ha sido laureada su carrera, que le quieran arrebatar su manera de vivir de esta manera no debe ser fácil. Sin embargo, con todos los avances que existen en la actualidad y los chequeos que se le hacen a los profesionales de este deporte, se debería de prevenir estas situaciones mirando siempre para la salud del púgil.

Este es uno de los vídeos en cuestión por el que el doctor Rustico Jiménez sospecha que el boxeador filipino pueda padecer Parkinson en un futuro.

Fuentes: www.elmundo.es; www.antesydespues.com; www.youtube.com; www.mp8.ph